El viernes de Dolores fué un día muy intenso para mí. Todo pasó tan rápido y a la vez tan maravilloso. Disfrute con mis niños viendo la representación de " Los músicos de Bremen ".
Y para terminar la mañana un emotivo encuentro con las madres que colaboraron con nosotras en el desfile de Semana Santa. Sorprendiéndonos con un detalle precioso. Gracias.
Rápidamente, sin apenas despedirme, emprendí mi viaje para tierras de Jaén, en Martos me esperaba mi familia que no veía desde Navidad. Allí he vivido la Semana Santa, ya conocida por mí desde pequeña. Sin embargo, este año he tenido muy presente a mi segundo pueblo, Sanlúcar.
Todo lo que he aprendido sobre su Semana Santa, sus hermandades, sus símbolos, sus tradiciones, lo cual me ayuda a quererlo más. Ahora, tras este pequeño alto en el camino , retomamos el curso en su último tramo.
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